Temas bioeconómicos:

	Pensar y analizar Para sobrevivir en el mundo moderno es necesario que nos hagamos varias preguntas. Las respuestas a estas inquietudes determinarán el éxito que tengamos en nuestros proyectos, ya sean de administración, educación, cultura o ciencia. La biología y la economía tienen muchas cosas en común, entre ellas la importancia de la creatividad, diversidad y evolución.
	¿Qué es lo que nos motiva económicamente? Esta es una de las preguntas mas importantes que tenemos que contestar continuamente en el transcurso de nuestras vidas. Todos tenemos muchos sueños y diferentes deseos. Las ideas que nos hacemos de la realidad y las actitudes ante nuestros anhelos y angustias determinan las decisiones económicas que tomamos a diario.
	¿Hacia dónde nos lleva la economía? A menudo vamos muy rápido, pero no sabemos exactamente a donde. A veces lo sabemos, pero avanzamos muy lento. Los administradores de empresas generalmente buscan el progreso económico. Pero ¿que significa progresar? Se trata de ganar mas dinero, ¿o de satisfacer mejor las necesidades humanas?
	Tener visión del futuro Para progresar económicamente, tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para adquirir una visión a largo plazo. Si tomamos nuestras decisiones a ciegas o solo consideramos las consecuencias a corto plazo, corremos un riesgo innecesario. La ciencia nos permite comprender mejor las cadenas de causa y efecto para poder ser mas eficientes evitando los peligros.
Valorar la creatividad Cuando somos jóvenes desarrollamos una enorme creatividad y se nos ocurren un sinnúmero de ideas. Somos idealistas y queremos interpretar el mundo de una forma diferente. En cambio, los adultos tienden a rechazar las novedades, porque piensan que tienen mas experiencia. Ellos nos comentan que el pasado era mejor. La dificultad reside en encontrar el balance correcto entre lo nuevo y lo viejo, entre lo tradicional y lo innovador. La suma de esta diversidad es la base de la sostenibilidad de nuestra civilización.

	El interes propio predomina En una economía libre, las empresas toman las decisiones que mas les convienen. En la economía de mercado la lucha por la supervivencia es muy similar a la de los animales en la naturaleza. Los grandes se comen a los chiquitos, y todos se defienden como pueden. Los que no son rápidos pierden, los que no son eficientes mueren. No parece haber una ética. El interés propio predomina. Nos damos cuenta que en la biología como en la economía, las colaboraciones son solo una estrategia de beneficio mutuo. Pero el egoísmo económico no es malo en si. En el siglo 18, Adam Smith había postulado que el interés personal de los individuos lleva al bienestar de la comunidad, como por una mano invisible. Si hay libertad y hay diversidad, los sistemas biológicos o económicos son sostenibles, a pesar de la falta de ética y de moral.
	¿Que es el dinero? El dinero es una herramienta para facilitar el intercambio de bienes. Los bienes es todo aquello que puede satisfacer alguna necesidad humana. Tienen un valor subjetivo porque están directamente o indirectamente asociados con los deseos o miedos de las personas. A final de cuentas, el dinero es una unidad de intercambio de deseos y/o miedos humanos. El papel dinero representa la garantía de pago por un banco. Esto solo es posible gracias a un respaldo por parte del gobierno. En realidad, los billetes son solo una promesa simbolica, representando una forma de confianza hacia otras instituciones. A veces esa confianza se pierde y el dinero se esfuma como por arte de magia, como en el caso de las devaluaciones. En esos casos inflacionarios nos damos cuenta de que las monedas pueden dejar de valer mas rapido de lo que quisieramos.
	¿Cual es el valor de los bienes? No existe un valor objetivo de las cosas, ya que todo depende de los sentimientos de las personas. En un mercado donde participan muchas entidades, el intercambio de bienes se lleva a cabo a través de un precio variable dependiendo de la oferta y de la demanda. Por ejemplo, las acciones en las bolsas de valores pueden subir o bajar dependiendo del ánimo y el humor de los inversores. No existe un precio real estático u objetivo, sino solo un precio dinámico y subjetivo. Se habla de un valor por consenso ya que es el promedio de la apreciación subjetiva de los bienes (un promedio entre muchas personas).
	La importancia de la diversidad La razón por la que las bolsas de valores son (o no son) relativamente estables, es que existe (o no) una gran cantidad y diversidad de inversores, cada uno con sentimientos, ánimos y motivos diferentes. Si todos fueran iguales o actuaran de la misma forma, seria imposible que el mercado de valores fuera estable. La diversidad no solo es algo bello, sino que es esencial para la estabilidad de las economías. Su importancia es tal, que a veces la olvidamos. Es un requisito básico para la supervivencia de las empresas y las personas. Entre mas diversidad, menos riesgo y mas sostenibilidad. Si pones todos los huevos en una sola canasta, estas arriesgando perderlo todo. Para sobrevivir a largo plazo, necesitamos inovar constantemente. De esta forma creamos nueva diversidad para asegurar la sostenibilidad de nuestras empresas en una economía siempre cambiante.
	El compromiso En el mundo idealista de Platon, existe una sola forma eterna y pura. Sin embargo, en el mundo real en que vivimos, tenemos que separar los conceptos de lo que es bueno, lo que es verdadero y lo que es bello. Son aspectos distintos, que no siempre coinciden. Este conflicto crea a veces los mas grandes dilemas, no solo en nuestras vidas, sino también en la economía y la política. El compromiso que logremos obtener entre estas tres esquinas del triángulo mágico es lo que nos hace tan valiosos como ciudadanos y seres humanos.

¿A dónde podemos llegar? Nuestro comportamiento y nuestras decisiones como seres inteligentes y responsables nos pueden llevar a un mejor mundo, en donde la diversidad, la eficiencia y la humanidad están combinadas adecuadamente. Podemos crear un sistema económico donde la belleza, la bondad y la verdad se complementan.

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